Cuando se habla de lactancia materna, inmediatamente pensamos en sus múltiples beneficios nutricionales, emocionales e inmunológicos para el bebé. Pero, ¿sabías que también tiene un impacto directo en la salud bucal? Sí, la naturaleza es sabia y la leche materna contribuye a que los dientes de nuestros pequeños crezcan fuertes y sanos. A continuación, descubriremos juntos los beneficios del amamantamiento en la salud bucal.

Formación óptima de la estructura bucal:

La succión del pecho materno no solo sirve para alimentarse. Esta acción fortalece y desarrolla adecuadamente los músculos de la boca y la mandíbula del bebé. Comparativamente, el proceso de succión de un biberón es diferente y no promueve de igual manera este desarrollo muscular.

Menor riesgo de maloclusiones:

Vinculado al primer punto, al tener un desarrollo óptimo de la mandíbula y los músculos faciales, se reduce el riesgo de maloclusiones dentales, como mordida cruzada, mordida abierta, entre otras. Un correcto desarrollo durante los primeros meses puede evitar tratamientos ortodónticos en el futuro.

Propiedades antibacterianas:

La leche materna contiene sustancias como la lactoferrina, que posee propiedades antibacterianas. Estas ayudan a prevenir el crecimiento de bacterias nocivas en la boca del bebé, disminuyendo el riesgo de caries en los primeros dientes.

Menos problemas de caries:

Aunque la leche materna contiene azúcares, estudios han demostrado que el amamantamiento exclusivo no aumenta el riesgo de caries en comparación con otros tipos de alimentación. Eso sí, es esencial mantener una buena higiene bucal desde el surgimiento del primer diente.

Aporte de calcio y fósforo:

Estos dos minerales son esenciales para la formación y fortaleza de los dientes. La leche materna aporta la cantidad adecuada de ambos, asegurando que los dientes del bebé crezcan fuertes y sanos.

Menor riesgo de enfermedades periodontales:

A largo plazo, una correcta salud bucal desde los primeros meses de vida puede reducir el riesgo de enfermedades periodontales. La lactancia materna, al contribuir a un adecuado desarrollo bucal y prevenir la proliferación bacteriana, juega un papel crucial en este aspecto.

Consejos para asegurar una salud bucal óptima durante la lactancia:

Higiene desde el principio: Aunque el bebé no tenga dientes, es recomendable limpiar su boca con un pañito húmedo después de cada toma.

Primera visita al dentista: Es recomendable que esta se realice al aparecer el primer diente o al cumplir el primer año, lo que ocurra primero.

Evitar el amamantamiento constante: Si bien la lactancia a demanda es esencial durante los primeros meses, es bueno establecer rutinas de alimentación conforme el bebé crece. Esto para evitar la exposición constante de azúcares en la boca.

Conclusión:

La lactancia materna es una joya de la naturaleza, que no solo nutre y protege a nuestros bebés, sino que también contribuye a su salud bucal. Como padres, al entender estos beneficios, podemos tomar decisiones informadas y brindarles a nuestros pequeños el mejor inicio en su vida dental.

Ahora que ya conoces la relación entre la lactancia materna y la salud bucal, es momento de compartir esta valiosa información con otras madres y padres. La prevención comienza desde el primer día, y una correcta alimentación es la base de un futuro lleno de sonrisas sanas.

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